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IMPORTANCIA CIENTIFÍCA

Importancia científica

Además de su interés en paleontología, los fósiles tienen una importancia considerable en geología. Como cada especie fósil ha vivido en un época determinada, aproximadamente conocida, su presencia en una capa del terreno permite datarla. Así, efectivamente, las escalas cronológicas que se usan en estrategrafia, han podido ser fundadas en la sucesión y evolución de las especies en el curso de los tiempos geológicos.

Tal es su importancia, que la tafonomía es la disciplina que se especializa en el estudio de la formación de los fósiles.

¿Qué es un fósil?


Los fósiles son restos de seres vivos o rastros de su actividad, conservados en los estratos de las rocas sedimentarias, y en menor medida en las metamórficas, tras haber sufrido transformaciones de su composición y deformaciones más o menos intensas.

Los fósiles más reconocibles por el público son los restos petrificados de esqueletos o caparazones de criaturas, sin embargo los restos fósiles no se limitan a las partes duras petrificadas de dichas criaturas; se consideran también como fósiles los restos sin alterar, las impresiones, los vestigios o moldes y las huellas que han dejado en diferentes sustratos geológicos, las diferentes partes anatómicas de organismos que no son de la época geológica actual.

Existen regiones de la Tierra que son conocidas por su particular riqueza en fósiles, por ejemplo, las pizarras de Burguess Shale en la Columbia británica, las calizas de Solenhoffen o los estratos ricos en dinosaurios de la Patagonia andina argentina.

CLASES DE FÓSILES:

Hay muchas clases de fósiles. Los más comunes son restos de caracoles o huesos transformados en piedra. Muchos de ellos muestran todos los detalles originales del caracol o del hueso, aun si se examinan al microscopio. Los poros y otros espacios pequeños en su estructura se llenan de minerales. Los minerales son compuestos químicos, como la calcita (carbonato de calcio), que estaban disueltos en el agua. El paso por la arena o el lodo que contenían los caracoles o los huesos y los minerales se depositaron en los espacios de su estructura. Por eso los fósiles son tan pesados. Otros fósiles pueden haber perdido todas las marcas de su estructura original. Por ejemplo, un caracol originalmente de calcita puede disolverse totalmente después de quedar enterrado. La impresión que queda en la roca puede llenarse con otro material y formar una réplica exacta del caracol. En otros casos, el caracol se disuelve y tan sólo queda el hueco en la piedra, una especie de molde que los paleontólogos pueden llenar con yeso para descubrir cómo se veía el animal. Los fósiles por lo general sólo muestran las partes duras del animal o planta: el tronco de un árbol, el caparazón de un caracol, los huesos de un dinosaurio o pez. Algunos fósiles son más completos. Si una planta o animal queda enterrado en un tipo de especial de lodo que no contenga oxígeno, algunas de las partes blandas también se conservarán como fósiles.

Los más espectaculares de estos "fósiles perfectos" son mamuts lanudos completos que se hallaron en el suelo congelado. La carne estaba tan congelada, que aún se podía comer después de 20.000 años.


Tipos de fósiles

EL FÓSIL VEGETAL

Un fósil vegetal es una parte o un organismo vegetal completo, que vivió en tiempos geológicos pasados y que se ha conservado mediante un proceso físico-químico llamado fosilización. La manera de conservarse está en función de la trayectoria que ha seguido el individuo desde su muerte hasta que ha sido recolectado. Algunos pseudofósiles pueden confundirse con vegetales. Un ejemplo son las dendritas de pirolusita (manganeso).





TIPOS DE FÓSILES VEGETALES

Existen varios tipos de fósiles vegetales, según como se hayan preservado en los sedimentos. Los más comunes son:

  • ∙ Impresiones y compresiones:
    Se dan cuando las partes planas de los vegetales, como las hojas se imprimen en los sedimentos dejando su huella en estos. Si las hojas conservan la materia orgánica tendremos una compresión. En este caso, puede que quede preservada la cutícula que cubre la epidermis de la hoja, que es una sustancia cérea muy resistente a la carbonización.

  • ∙ Moldes y contramoldes: Ocurren cuando las partes con más volumen, como los troncos, se entierran en el sedimento. Si la materia orgánica se destruye, el molde lo constituirá el hueco dejado por el árbol. Si este hueco se rellena de sedimento se forma un contramolde.

  • ∙ Permineralizaciones: Se dan cuando los tejidos vegetales se han impregnado de sustancias minerales como sílice o carbonato cálcico. Normalmente, se impregnan las células después de la destrucción de su contenido conservándose las paredes. Un ejemplo clásico son los troncos silicificados o “xilópalos”.